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Profe, con todo respeto...

Con esas palabras comenzaba la frase que me dirigía uno de mis alumnos hace unos días, y continuó diciendo que de alguna u otra manera yo "me le había caído del pedestal", toda vez que, probablemente, le ocasioné problemas a una colega, por "acusarla" en Dirección Académica de haber abandonado en la sala, una vaso de café a medio consumir. Ella misma les comentó que su querido profesor Sánchez dejaba la pizarra sin borrar al terminar su clase y ahora se quejaba por un tasa de café!?.
Lo que quiero destacar aquí, es el hecho de que he llegado a la conclusión de que nuestros alumnos nos catalogan como malas o buenas personas de acuerdo a como impartimos nuestras materias y principalmente al dominio que de ellas demostramos en clases, que de alguna u otra manera se nos ha dicho que no es necesario que demostremos nada, personalmente estoy de acuerdo pero hay circunstancias donde eso no se puede aplicar. Y creo firmemente que en las asignaturas de especialidad es donde con mayor énfasis los docentes (o los que ejercemos como tales aunque no lo seamos), debemos dar muestras de dominio de la materia.

Pero no quiero desviarme del tema, y reitero que lo importante, es cómo nuestros alumnos nos catalogan conforme demostremos conocimientos en nuestras materias, sin embargo, poco tiempo tenemos (todos, docentes y alumnos) de conocernos como personas, al punto que nuestros únicos indicadores son: rendimiento del alumno (para los profesores) y nivel de conocimiento demostrado(para los alumnos), lo que obviamente nos lleva a cometer errores de apreciación, nada sabemos pues de las virtudes y/o defectos de nuestros educandos, como honestidad y bondad, por mencionar algunas, o de su capacidades que tal vez están en otra área y no precisamente en la que se encuentran estudiando o de los problemas que los aquejan, y que de seguro nos llevarían a entender muchas de sus actitudes.

De la misma forma, nuestros alumnos se forman una imagen no muy acertadas de nosotros sus profesores, pues ellos se basan, al igual que nosotros, en la relación académica que desarrollamos durante algunas horas, durante algunos días, en la sala de clases. Y los hace tener buenas o malas imagenes de nosotros, que pueden o no ser correctas, sin embargo no son válidas por que precisamente no se han validado mas que con los únicos indicadores que la vida académica puede brindarnos, y que para el alumno pasan por el nivel de conocimiento que el "profe" demuestre en clases, quedando fuera de esta medición, en la mayoría de los casos los defectos y virtudes que el docente tenga.

En fin, después de todo me enteré de que mis alumnos me tienen en alto, o al menos uno de ellos, y que no le gustó que yo me quejara por exigir respeto sin respetar.

Acaso podríamos mejorar esto, teniendo mas instancias donde docentes y alumnos participemos activamente de algunos instantes de sana convivencia?,
Y que no pasen por el típico asado, donde finalmente los educadores y educandos pierden sus papeles y van mas allá, al punto de olvidar su posición por causa del alcohol, faltándose el respeto unos a otros.


Deseos de prosperidad, felicidad y éxito para todos en el nuevo año, (el resto es cuestión de ganar algún premio de lotería)

1 comentarios:

kellyech dijo...

Me parece muy bien que expongas tus puntos de vista de esta forma. Ojalá todos tuviesen una manera de protestar así de civilizada. Cada vez se pierde más el respeto a otros y uno mismo, y las cosas se van tolerando, pasan a ser normales y todo va en decadencia.
Me gustó mucho tu comentario, lástima que escribes poco.